miércoles, 9 de noviembre de 2016

Cabo Verde, una joya africana

Si analizamos las variables macroeconómicas de los países de África del Oeste y de toda África en general se puede llegar a la conclusión de que el archipiélago de Cabo Verde contrasta con el resto de países africanos que se pueden analizar, con respecto a su estabilidad económica y social. Esto último se puede ver claramente en la variables del IDH, en la tasa de alfabetización y en su esperanza de vida al nacer, siendo las más altas entre los demás.
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Este archipiélago de islas de origen volcánico fue invadido en el siglo XV por parte de los portugueses debido a su importante interés estratégico. Tras la colonización, la economía comenzó a girar en torno a la plantación de la caña de azúcar; se convirtió en una zona donde la agricultura y la masificación, así como los ataques piratas estaban a la orden del día. Es por ello que alrededor del Siglo XVIII la agricultura decayó, y los caboverdianos comenzaron a emigrar a otros lugares. En el Siglo XIX, nada más comenzar, el archipiélago fue decayendo, el hambre y la corrupción fueron los principales motivos.
En el siglo XX comenzó una época más favorable para Cabo Verde entrando a formar parte de Portugal en 195, hasta que en 1961 se llevó a cabo una guerrilla por la independencia de los territorios que se encontraban en aquel entonces bajo en control portugués. En 1974 cayó el régimen colonial de Cabo verde y en 1975, como consecuencia, consiguió la independencia.
Tras lograr su independencia se fomentó la reforestación del archipiélago y la pesca para su autoabastecimiento ya que las sequías impedían el crecimiento de la agricultura, así como reformas agrarias.

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A pesar de esto en los 80 las cosechas se redujeron, aumentó la hambruna y la deuda exterior ya que el archipiélago pasó a depender de la ayuda extranjera. A finales de esta década y a principios de la siguiente fue un momento de búsqueda de soluciones a través de planes de desarrollo que consiguieron reforestar partes de las islas y obtener alimentos sin necesidad de recurrir a la importación.
Fue a mediados de los 90 cuando el turismo empezó a tomar conciencia en la economía del país, empiezan a brillar las infraestructuras así como carreteras, centros de salud e inversión privada.


A día de hoy su economía está orientada hacia los servicios, el comercio y el turismo, su mayor fuente de ingresos, representando 3/4 de su PIB. A su vez el sector de la ganadería y la agricultura están poco desarrollados y tienen una participación pequeña en el PIB. 

A pesar de esto, dicho país sufre grave escasez de recursos naturales, sobretodo de agua, agravada por las sequías prolongadas y por el suelo en varias islas.
Pese a esto Cabo Verde es un destino seguro para la inversión exterior debido a sus instituciones solidas (índice de percepción de la corrupción más alto con respecto a los demás países) gracias a una eficiente gestión económica que ha producido una mejora de los ingresos del país. Ha sido considerado como uno de los 10 países africanos libres. El resto son parcialmente libres o no libres y es considerado por, el Banco Mundial como una nación con buena gobernanza, gestión macroeconómica sana, apertura al comercio y adopción de políticas sociales efectivas.
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Dichas reformas económicas han estimulado el sector privado y han atraído la inversión extranjera formando parte de la Organización Mundial del Comercio en 2008. Las perspectivas futuras dependen enormemente del mantenimiento de los flujos de ayuda, del estímulo al turismo, a la remisiones de los emigrantes y al resultado de los programas de desarrollo del gobierno. Gracias a ello el archipiélago ha desembocado en el actual Cabo Verde, un destino turístico, un archipiélago de ensueño.

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